Qué significa pasar al otro lado según la Biblia

La visión bíblica sobre pasar al otro lado

Según la Biblia, «pasar al otro lado» puede tener diferentes significados en diferentes contextos. Aquí presentaremos algunos ejemplos:

1. Pasar al otro lado en el contexto de la muerte

En la Biblia, «pasar al otro lado» puede referirse a la muerte física y el traspaso de la vida terrenal a la eternidad. Un ejemplo de esto se encuentra en el libro de Juan 14:2-3, donde Jesús dice: «En la casa de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté». En este pasaje, Jesús habla de pasar al otro lado como el traspaso de esta vida a la vida eterna junto a Él.

2. Pasar al otro lado en el contexto de los desafíos y pruebas

Otro significado que se encuentra en la Biblia al hablar de «pasar al otro lado» es enfrentar desafíos y pruebas. Un ejemplo de esto se encuentra en el Evangelio de Mateo 8:23-27, donde Jesús y sus discípulos cruzan el mar de Galilea en una barca y se desata una tormenta. En el versículo 18, Jesús les dice a sus discípulos: «Pasemos al otro lado del lago». Aquí, «pasar al otro lado» implica enfrentar las dificultades y superarlas con la ayuda y la fe en Jesús.

3. Pasar al otro lado en el contexto de la transformación espiritual

En algunos pasajes de la Biblia, «pasar al otro lado» puede representar una transformación espiritual o un cambio de vida. Un ejemplo de esto se encuentra en el libro de Hechos 9:1-19, donde se relata la conversión de Saulo de Tarso en el camino a Damasco. Saulo, quien persiguió a los seguidores de Jesús, tuvo un encuentro con Jesús resucitado que lo dejó ciego. Después de tres días, Ananías, un discípulo de Jesús, fue enviado por Dios para orar por Saulo y restaurar su vista. En el versículo 18, dice: «Inmediatamente se le cayeron de los ojos como escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado». Aquí, «pasar al otro lado» representa la transformación espiritual de Saulo, quien se convirtió en el apóstol Pablo y dedicó su vida a predicar el evangelio.


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