La Biblia, como texto sagrado para los cristianos, nos brinda enseñanzas y revelaciones acerca de diversos temas, incluyendo la figura del vidente o profeta. Según las diferentes versiones de la Biblia, podemos comprender qué es un vidente y su importancia en la relación entre Dios y la humanidad.
1. Profetas del Antiguo Testamento
En el Antiguo Testamento, encontramos numerosas referencias a los profetas, quienes son considerados como videntes que recibían mensajes y revelaciones directamente de Dios. Por ejemplo, en el libro de Jeremías 1:5, se menciona: «Antes de formarte en el vientre te conocí, y antes que nacieras te santifiqué; te di por profeta a las naciones». Esto muestra que los videntes eran elegidos y llamados por Dios para transmitir Su palabra a las personas.
2. Jesús como el Profeta definitivo
En el Nuevo Testamento, Jesús es reconocido como el Profeta definitivo, quien cumplió las profecías del Antiguo Testamento y trajo una revelación más completa de Dios. En Hebreos 1:1-2, se afirma: «Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo». Esto implica que Jesús es el máximo vidente o profeta que nos reveló el plan de salvación y nos mostró el camino hacia Dios.
3. La función del vidente en la comunidad de creyentes
En la Biblia, se destaca que los videntes o profetas no solo tenían el papel de transmitir mensajes divinos, sino que también eran responsables de guiar y exhortar al pueblo de Dios. Por ejemplo, en 2 Timoteo 3:16-17 se menciona: «Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra». Esto muestra que los videntes tenían la tarea de enseñar y corregir a través de la Palabra de Dios.