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La Biblia, como libro sagrado para los cristianos, contiene diversos pasajes que nos brindan información sobre la figura del obispo y su rol dentro de la Iglesia. A lo largo de los diferentes libros bíblicos, podemos encontrar referencias claras a esta posición eclesiástica y las responsabilidades asociadas a ella.
1. Epístola a Timoteo 3:1-7
En esta epístola, el apóstol Pablo establece los requisitos y cualidades que deben tener los obispos. Según este pasaje, un obispo debe ser «irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar, no dado al vino ni pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro» (1 Timoteo 3:2-3, Reina-Valera 1960).
2. Tito 1:7-9
En la carta dirigida a Tito, Pablo nuevamente menciona las cualidades que un obispo debe poseer. Se destaca la importancia de que sea «irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen» (Tito 1:7-9, Reina-Valera 1960).
3. Hechos 20:28
En el libro de los Hechos de los Apóstoles, encontramos una referencia al rol de los obispos en el contexto de la Iglesia primitiva. Pablo, dirigiéndose a los ancianos de Éfeso, les insta a cuidar de la iglesia de Dios, y menciona específicamente que el Espíritu Santo los ha puesto como obispos para apacentar el rebaño de Dios (Hechos 20:28, Reina-Valera 1960).