En la Biblia, el término «éxtasis» se utiliza para describir estados de trance o visiones sobrenaturales, en los cuales una persona experimenta una conexión profunda con Dios o recibe revelaciones divinas. Estos momentos de éxtasis son considerados como experiencias espirituales intensas y transformadoras. A lo largo de la Biblia, encontramos varios ejemplos que nos ayudan a comprender mejor qué es un éxtasis según sus contenidos.
Ejemplo 1: El éxtasis de Ezequiel
En el libro de Ezequiel del Antiguo Testamento, capítulo 1, versículos 1 al 28, se relata cómo Ezequiel tuvo una visión en la cual vio el cielo abierto y presenció la gloria de Dios. Durante esta experiencia, Ezequiel cayó asombrado y fue llevado en éxtasis ante la presencia divina. Esta visión marcó el inicio de su profecía y su llamado como profeta de Dios.
Ejemplo 2: El éxtasis de Pedro
En el Nuevo Testamento, en el libro de Hechos, capítulo 10, versículos 9 al 16, se narra cómo el apóstol Pedro tuvo una visión mientras estaba en un estado de éxtasis. Durante esta visión, Pedro vio un lienzo descendiendo del cielo con diversos animales, y una voz le dijo que podía comer de ellos. Esta experiencia tuvo un significado profundo para Pedro, ya que le abrió los ojos a la idea de que el mensaje de salvación de Jesús era para todas las personas, sin importar su origen étnico.
Ejemplo 3: El éxtasis de Juan
En el libro de Apocalipsis, capítulo 1, versículos 9 al 20, el apóstol Juan describe su experiencia de éxtasis en la isla de Patmos, donde recibió una serie de revelaciones divinas sobre el futuro. Durante este éxtasis, Juan vio visiones gloriosas del Cordero de Dios y recibió instrucciones para escribir las palabras que le fueron reveladas. Estas visiones en éxtasis fueron fundamentales para la redacción del libro del Apocalipsis y la transmisión de mensajes proféticos a las iglesias.
