La sujeción, según la Biblia, es un concepto que se encuentra presente en diversos pasajes y enseñanzas. A través de estos, se nos revela cómo el ser humano debe vivir en sujeción a Dios, a las autoridades y a los demás. Veamos a continuación algunos ejemplos que nos ayudarán a comprender mejor este concepto.

Sujeción a Dios

La Biblia nos enseña que la sujeción a Dios es fundamental en la vida de todo creyente. En el libro de Santiago 4:7 (NVI) encontramos el siguiente pasaje: «Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo y huirá de vosotros». Esta cita nos muestra que la sujeción a Dios implica someter nuestra voluntad a la suya y resistir las tentaciones del enemigo.

Sujeción a las autoridades

En Romanos 13:1 (NVI) encontramos una enseñanza clave sobre la sujeción a las autoridades: «Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas». Este pasaje nos exhorta a vivir en sujeción a las autoridades establecidas, reconociendo que su autoridad proviene de Dios.

Sujeción a los demás

La Biblia también nos enseña a vivir en sujeción y amor hacia nuestros prójimos. En Efesios 5:21 (NVI) leemos: «Someteos unos a otros en el temor de Cristo». Este pasaje nos insta a someternos mutuamente, mostrando respeto y consideración hacia los demás.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo la Biblia nos enseña sobre la sujeción. A través de la Palabra de Dios, podemos comprender la importancia de vivir en sujeción a Dios, a las autoridades y a los demás, demostrando así nuestro amor y obediencia a Dios y nuestra responsabilidad como seres humanos.

 

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