Ejemplo 1: Mateo 9:36
En Mateo 9:36, se describe a Jesús como «viendo a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor». Este versículo muestra cómo Jesús tuvo compasión de las personas que estaban sufriendo y se preocupó por su bienestar. Ser compasivo implica reconocer el sufrimiento de los demás y actuar para ayudarlos.
Ejemplo 2: Colosenses 3:12
En Colosenses 3:12 se nos exhorta a «vestirnos de compasión, bondad, humildad, amabilidad y paciencia». Aquí, se nos insta a adoptar la compasión como parte de nuestro carácter y comportamiento diario. Ser compasivos implica mostrar amabilidad y empatía hacia los demás, tratándolos con amor y cuidado.
Ejemplo 3: Lucas 10:33-34
En la parábola del buen samaritano, narrada en Lucas 10:33-34, Jesús enseña sobre la importancia de ser compasivos. En esta historia, un samaritano encuentra a un hombre herido en el camino y, a diferencia de otros, muestra compasión y cuidado al ayudarlo. Ser compasivos implica estar dispuestos a ayudar a los necesitados y actuar en su beneficio, sin importar su origen o condición.
En resumen, ser compasivo según la Biblia implica reconocer el sufrimiento de los demás, mostrar amor y empatía, y actuar para ayudar y cuidar a aquellos que lo necesitan. A través de los ejemplos citados anteriormente y las enseñanzas bíblicas, podemos aprender a vivir una vida compasiva, siguiendo el ejemplo de Jesús y demostrando el amor de Dios hacia los demás.