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La Biblia, como fuente de sabiduría divina, nos proporciona orientación y enseñanzas sobre cómo debemos vivir nuestras vidas. La arrogancia es un comportamiento que se menciona en varias ocasiones a lo largo de las Escrituras, y la Palabra de Dios nos muestra claramente su perspectiva sobre este tema. Exploraremos algunos pasajes bíblicos que nos ayudarán a comprender qué es ser arrogante según la Biblia.
La arrogancia es despreciar a los demás
La Biblia nos enseña que ser arrogante implica despreciar o menospreciar a los demás. En Filipenses 2:3-4 (NVI) se nos insta a no hacer nada por egoísmo o vanidad, sino a considerar a los demás como superiores a nosotros mismos. Este pasaje nos recuerda que debemos mostrar humildad y respeto hacia los demás, en lugar de exaltarnos por encima de ellos.
La arrogancia proviene del orgullo
Otra enseñanza bíblica sobre la arrogancia es que proviene del orgullo. En Proverbios 16:18 (NVI) se nos advierte que el orgullo precede a la destrucción y la altivez es precedida por la caída. Este versículo nos muestra que cuando nos enorgullecemos y nos consideramos superiores a los demás, estamos en un camino peligroso que puede llevarnos a la ruina.
La arrogancia ofende a Dios
La arrogancia también es vista como una ofensa hacia Dios en la Biblia. En Santiago 4:6 (NVI) se nos dice que Dios se opone a los soberbios, pero da gracia a los humildes. Aquellos que se enaltecen a sí mismos y no reconocen la soberanía y el poder de Dios, están yendo en contra de Su voluntad y pueden esperar Su oposición.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo la Biblia nos enseña sobre la arrogancia. A lo largo de las Escrituras hay muchos más pasajes que nos advierten sobre las consecuencias negativas de ser arrogante y nos exhortan a vivir con humildad y respeto hacia los demás.
