La Biblia, considerada como la palabra de Dios por los cristianos, nos brinda una visión clara sobre la presencia divina. A lo largo de sus diferentes versiones, encontramos múltiples referencias que nos permiten comprender qué es la presencia de Dios y cómo se manifiesta en la vida de las personas. A continuación, exploraremos algunos pasajes bíblicos que nos ayudan a entender este concepto.
La presencia de Dios en el Antiguo Testamento
En el Antiguo Testamento, la presencia de Dios se manifiesta de diversas formas. Un ejemplo claro se encuentra en el Éxodo 3:14, donde Dios se revela a Moisés en la zarza ardiente y se identifica como «YO SOY EL QUE SOY». Esta declaración muestra la presencia y el poder divino que guía al pueblo de Israel.
Otro pasaje relevante se encuentra en el Salmo 139:7-10, donde el salmista David reflexiona sobre la omnipresencia de Dios: «¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.»
La presencia de Dios en el Nuevo Testamento
En el Nuevo Testamento, la presencia de Dios se manifiesta a través de Jesucristo, quien es considerado el Hijo de Dios y la encarnación de la divinidad. En Mateo 1:23, se cita una profecía del Antiguo Testamento que se cumple en Jesús: «He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros». Esta cita muestra cómo Dios se hizo presente en la forma humana de Jesús para estar cerca de la humanidad.
Además, en Juan 14:16-17, Jesús promete enviar al Espíritu Santo como consolador y guía para los creyentes: «Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad… porque mora con vosotros y estará en vosotros». Aquí se evidencia la presencia continua de Dios a través del Espíritu Santo en la vida de los seguidores de Jesús.
Conclusión
La Biblia nos enseña que la presencia de Dios es real y se manifiesta de diferentes maneras a lo largo de sus páginas. Ya sea a través de manifestaciones directas en el Antiguo Testamento o por medio de la encarnación de Jesucristo y la presencia continua del Espíritu Santo en el Nuevo Testamento, la Biblia nos revela que Dios está presente en la vida de aquellos que creen en Él. Su presencia brinda consuelo, guía y fortaleza a quienes buscan una relación personal con Dios.