La intercesión, según la Biblia, es una acción de mediación o súplica en favor de los demás ante Dios. Es un
llamado a orar y presentar peticiones por las necesidades de otros, ya sea por individuos, comunidades o incluso
naciones. La intercesión se basa en el amor y la compasión hacia nuestros semejantes, buscando su bienestar y
buscando el favor divino en sus vidas.

La Biblia nos muestra numerosos ejemplos de intercesión, donde personas justas se levantan ante Dios en favor de
otros. A través de estos ejemplos, podemos entender mejor el significado y la importancia de la intercesión en
nuestra vida diaria.

Ejemplo 1: Abraham intercediendo por Sodoma y Gomorra

En Génesis 18:22-33, Abraham intercede ante Dios por la ciudad de Sodoma y Gomorra, rogando que si encuentra
cierto número de personas justas en la ciudad, Dios la perdone y no la destruya. Este ejemplo muestra cómo la
intercesión puede cambiar el juicio divino y cómo nuestra oración puede influir en la misericordia de Dios.

Ejemplo 2: Moisés intercediendo por el pueblo de Israel

En Éxodo 32:11-14, Moisés intercede por el pueblo de Israel después de que ellos adoraran al becerro de oro.
Moisés suplica a Dios que no destruya al pueblo a pesar de su pecado, recordándole las promesas hechas a sus
antepasados. Este ejemplo nos muestra cómo la intercesión puede traer reconciliación y perdón divino, incluso en
medio de la desobediencia y el pecado.

Ejemplo 3: Jesús intercediendo por sus discípulos

En Juan 17:9-26, Jesús intercede por sus discípulos antes de su crucifixión. Él ora por su protección,
santificación y unidad, pidiendo a Dios que los cuide y los guíe en su ausencia. Este ejemplo destaca cómo la
intercesión puede ser una expresión de amor y preocupación por los demás, buscando su bienestar espiritual y
fortaleza en tiempos difíciles.

 

 

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