La iglesia, según la Biblia, es una institución espiritual que tiene un significado profundo en la fe cristiana. A lo largo de las Escrituras, se nos proporciona una comprensión clara de lo que la iglesia representa y cuál es su propósito en el plan de Dios. A continuación, exploraremos algunos pasajes bíblicos que nos ayudarán a entender qué es la iglesia según la Biblia.
La iglesia como el cuerpo de Cristo
La Biblia nos enseña que la iglesia es el cuerpo de Cristo. En Efesios 1:22-23 se dice: «Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo». Aquí, se nos muestra que la iglesia es un organismo vivo en el que Cristo es la cabeza y los creyentes son los miembros. Esta analogía nos muestra la unidad y la interdependencia que debe existir entre los creyentes en la iglesia.
La iglesia como la comunidad de creyentes
La iglesia también se describe como la comunidad de creyentes que se reúnen para adorar y servir a Dios. En Hechos 2:42, se dice: «Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones». Aquí, se nos muestra que la iglesia es un lugar donde los creyentes se reúnen para aprender, orar, compartir la comunión y fortalecerse mutuamente en la fe. Además, en Mateo 18:20, Jesús dijo: «Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos». Esto enfatiza la importancia de la comunidad de creyentes en la vida de la iglesia.
La iglesia como la novia de Cristo
La Biblia también nos presenta la imagen de la iglesia como la novia de Cristo. En Efesios 5:25-27 se dice: «Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha». Aquí, se nos muestra que Cristo amó a la iglesia y se sacrificó por ella para purificarla y presentarla como una iglesia santa y sin defecto. Esta imagen nos muestra la relación íntima y amorosa que existe entre Cristo y la iglesia.