La Biblia, considerada como la palabra de Dios por los cristianos, ofrece una visión clara sobre lo que se entiende por la gloria de Dios. A lo largo de sus diferentes versiones, encontramos varios pasajes que nos revelan su significado y cómo se manifiesta en el mundo.
Pasaje 1: Éxodo 33:18-19 (NVI)
En este pasaje, Moisés le pide a Dios que le muestre su gloria. Dios responde: «Yo haré pasar todo mi esplendor delante de ti y en presencia tuya proclamaré mi nombre, el Señor. Tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente con el que seré clemente». Esta respuesta revela que la gloria de Dios está asociada con su esplendor y su nombre, y que también está relacionada con su misericordia y su clemencia hacia los seres humanos.
Pasaje 2: Salmo 19:1 (NVI)
El salmista declara: «Los cielos proclaman la gloria de Dios, el firmamento anuncia la obra de sus manos». Este versículo muestra que la creación misma refleja la gloria de Dios. Los cielos y todo lo que hay en ellos son un testimonio de su grandeza y poder, manifestando su gloria de manera visible.
Pasaje 3: Romanos 3:23-24 (NVI)
El apóstol Pablo escribe: «Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó». Aquí se nos enseña que, debido al pecado, los seres humanos están separados de la gloria de Dios. Sin embargo, a través de la gracia y la redención en Cristo Jesús, podemos ser justificados y restaurados a la comunión con Dios, experimentando su gloria en nuestras vidas.
