Según la Biblia, el término «fiat» se refiere a un acto de creación o establecimiento por medio de la palabra de Dios. En varias ocasiones, Dios crea o establece algo simplemente pronunciando una palabra y, de acuerdo con su voluntad, se hace realidad. Este concepto se encuentra en diferentes pasajes bíblicos, mostrando el poder y autoridad divina sobre la creación y el mundo.
Ejemplo 1: La creación del mundo
Uno de los ejemplos más claros de «fiat» en la Biblia se encuentra en Génesis 1, donde se relata la creación del mundo en seis días. En cada día, Dios pronuncia su palabra y se lleva a cabo una acción de creación. Por ejemplo, en Génesis 1:3, se dice: «Dijo Dios: ‘Hágase la luz’, y la luz se hizo». Aquí vemos cómo la palabra de Dios es suficiente para que la creación se materialice.
Ejemplo 2: La resurrección de Lázaro
Otro ejemplo notable de «fiat» se encuentra en Juan 11, donde Jesús resucita a Lázaro, quien había muerto y había sido enterrado por cuatro días. Jesús, estando frente a la tumba, pronuncia su palabra diciendo: «Lázaro, ven fuera» (Juan 11:43). Al instante, Lázaro sale de la tumba con vida. Este milagro muestra cómo la palabra de Jesús tiene el poder de revertir la muerte y traer vida nuevamente.
Ejemplo 3: La sanidad del siervo del Centurión
En Mateo 8:5-13, se relata la historia de un centurión que se acerca a Jesús rogándole que sane a su siervo, quien se encuentra paralizado y sufriendo. Jesús ofrece ir a la casa del centurión para sanar al siervo, pero el centurión responde: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo, pero solamente dí la palabra, y mi siervo quedará sano» (Mateo 8:8). Jesús queda impresionado por la fe del centurión y, sin ir a su casa, pronuncia su palabra de sanidad, y en ese mismo instante, el siervo queda sano. Este episodio demuestra cómo la palabra de Jesús tiene el poder de sanar y transformar situaciones difíciles.