La Biblia nos enseña sobre el valor del esfuerzo y nos da ejemplos concretos de personas que se esforzaron para cumplir los propósitos de Dios. A través de sus enseñanzas, podemos entender qué significa esforzarse según la Biblia y cómo podemos aplicarlo en nuestra vida diaria.
Ejemplo 1: Esforzarse para seguir a Dios
La Biblia nos muestra en el libro de Deuteronomio 6:5-7 cómo debemos esforzarnos para amar y obedecer a Dios: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa y andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes». Aquí vemos que el esfuerzo implica amar a Dios con todo nuestro ser y enseñar sus mandamientos a las generaciones venideras.
Ejemplo 2: Esforzarse para alcanzar la salvación
En Filipenses 2:12-13, el apóstol Pablo nos exhorta a esforzarnos en nuestra salvación: «Así que, amados míos, como siempre habéis obedecido, no solo en mi presencia sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad». Aquí se nos anima a trabajar activamente en nuestro crecimiento espiritual y a depender de Dios para lograrlo.
Ejemplo 3: Esforzarse para perseverar en la fe
En Hebreos 12:1-2 encontramos un llamado a esforzarnos para perseverar en la fe: «Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios». Aquí se nos anima a dejar atrás todo lo que nos impide avanzar y a mantener nuestra mirada en Jesús, quien nos da el ejemplo perfecto de perseverancia.