El llamado de Dios, según la Biblia, se refiere a la invitación o convocatoria que Dios hace a las personas para servirle, seguir su voluntad y cumplir un propósito específico en su plan divino. A lo largo de las Escrituras, encontramos diferentes ejemplos de cómo Dios llama a individuos para llevar a cabo tareas o misiones específicas.

Ejemplos bíblicos del llamado de Dios

1. El llamado de Abraham: En Génesis 12:1-3, encontramos el llamado de Dios a Abraham, diciéndole: «Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré. Serán benditas en ti todas las familias de la tierra». Este llamado marcó el inicio del pacto de Dios con Abraham y su descendencia, estableciendo así el fundamento del pueblo de Israel.

2. El llamado de Moisés: En Éxodo 3:4, Dios llama a Moisés desde una zarza ardiente, diciéndole: «Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob». Dios le revela a Moisés su plan de liberar al pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto y guiarlos a la Tierra Prometida. A pesar de la resistencia inicial de Moisés, finalmente obedeció el llamado de Dios y se convirtió en el líder y liberador de Israel.

3. El llamado de los discípulos de Jesús: En Mateo 4:18-22, Jesús llama a Pedro y a Andrés, quienes eran pescadores, diciéndoles: «Síganme, y los haré pescadores de hombres». También llama a Jacobo y a Juan, hijos de Zebedeo, quienes dejaron su barca y a su padre para seguir a Jesús. Estos hombres respondieron al llamado de Jesús y se convirtieron en sus discípulos, siendo testigos de sus enseñanzas y milagros.

 

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