La pregunta sobre la duración del tiempo que Noé pasó en el arca durante el Diluvio ha sido objeto de debate y estudio a lo largo de los siglos. La Biblia, en sus diferentes versiones, nos proporciona información clave para poder responder a esta pregunta.
Antes, te invito a mirar este video:
Génesis 7:11
El primer ejemplo donde encontramos información sobre la duración del Diluvio se encuentra en Génesis 7:11: «En el año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas». Esto nos muestra que el Diluvio comenzó en el mes segundo, en el día diecisiete.
Génesis 7:24
Otro pasaje relevante es Génesis 7:24: «Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento cincuenta días». Aquí se nos indica que las aguas prevalecieron sobre la tierra durante ciento cincuenta días. Esto nos da una idea de la duración del Diluvio.
Génesis 8:3-4
En Génesis 8:3-4 encontramos más información sobre la duración del Diluvio: «Y las aguas fueron decreciendo gradualmente de sobre la tierra; y se retiraron las aguas al cabo de ciento cincuenta días. Y reposó el arca en el mes séptimo, a los diecisiete días del mes, sobre los montes de Ararat». Aquí se nos muestra que las aguas comenzaron a retirarse después de ciento cincuenta días y que el arca reposó en los montes de Ararat en el mes séptimo, en el día diecisiete.
Génesis 8:14
Finalmente, en Génesis 8:14 leemos: «Y en el mes segundo, a los veintisiete días del mes, se secó la tierra». Este versículo nos indica que la tierra se secó en el mes segundo, en el día veintisiete.
Basado en estos pasajes bíblicos, podemos concluir que Noé y los demás ocupantes del arca estuvieron en ella durante aproximadamente un año y diez días. El Diluvio comenzó en el mes segundo, en el día diecisiete, y las aguas prevalecieron sobre la tierra durante ciento cincuenta días. Luego, las aguas comenzaron a retirarse y el arca reposó en los montes de Ararat en el mes séptimo, en el día diecisiete. Finalmente, la tierra se secó en el mes segundo, en el día veintisiete.