En la Biblia, se mencionan varios casos donde Jesús sanó a personas ciegas, demostrando su poder y compasión hacia aquellos que sufrían de diferentes enfermedades. A continuación, exploraremos algunos de estos ejemplos y veremos cómo Jesús trajo la luz a la vida de los ciegos.
1. El ciego de Betsaida (Marcos 8:22-26)
Uno de los relatos bíblicos sobre Jesús sanando a un ciego se encuentra en el libro de Marcos. Según este relato, Jesús llevó al ciego fuera del pueblo, escupió en sus ojos, puso sus manos sobre él y le preguntó si podía ver algo. Al principio, el hombre vio a las personas como árboles, pero después de que Jesús pusiera sus manos sobre sus ojos nuevamente, recuperó completamente la vista.
2. El ciego de Jericó (Lucas 18:35-43)
Otro caso famoso es el de Bartimeo, un mendigo ciego que estaba sentado junto al camino en Jericó. Cuando Bartimeo escuchó que Jesús pasaba, comenzó a gritar pidiendo misericordia y diciendo «¡Hijo de David, ten piedad de mí!». Jesús escuchó su clamor y lo llamó. Bartimeo, arrojando su manto, se acercó a Jesús y le dijo que quería recobrar la vista. Jesús, al ver su fe, le dijo «Recibe tu vista; tu fe te ha salvado». Al instante, Bartimeo recuperó su vista y comenzó a seguir a Jesús.
3. El ciego de nacimiento (Juan 9:1-12)
En el Evangelio de Juan, se narra la historia de un hombre que nació ciego. Jesús, al pasar por él, escupió en el suelo, hizo lodo con su saliva y lo untó en los ojos del ciego. Luego le dijo que se lavara en la piscina de Siloé. El hombre obedeció y, al lavarse, recuperó la vista por completo. Este milagro causó asombro entre los vecinos y generó preguntas sobre quién era realmente Jesús.
4. El ciego de nacimiento en Jerusalén (Juan 9:13-34)
Otro relato sobre un ciego se encuentra en el mismo capítulo del Evangelio de Juan. Después de que el hombre ciego fuera sanado, las autoridades religiosas interrogaron tanto al hombre como a sus padres para tratar de entender cómo había sucedido. Aunque los fariseos negaron el milagro, el hombre ciego testificó sobre su encuentro con Jesús y cómo había recuperado la vista.
Estos son solo algunos de los ejemplos bíblicos que nos hablan sobre cómo Jesús sanó a personas ciegas. La Biblia contiene más relatos de sanaciones y milagros realizados por Jesús, los cuales demuestran su poder y compasión hacia aquellos que sufren. Al estudiar estos relatos, podemos apreciar la importancia de la fe y la confianza en Jesús para recibir su sanación.