La Biblia Reina Valera, una de las versiones más reconocidas y utilizadas del texto sagrado cristiano, nos brinda información sobre cómo era Jesús físicamente. Aunque no se encuentran descripciones físicas detalladas de Jesús en los evangelios, podemos inferir algunas características a través de las palabras y eventos relatados en la Biblia.
1. Jesús como el Hijo de Dios
La Biblia nos enseña que Jesús es el Hijo de Dios, quien se encarnó en forma humana para salvar a la humanidad. En Juan 1:14 (Biblia Reina Valera) se afirma: «Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad». Esta afirmación nos muestra que Jesús asumió una forma física humana durante su tiempo en la Tierra.
2. Jesús como un hombre común
Jesús nació en una familia humilde en Belén y creció en Nazaret. En Marcos 6:3 (Biblia Reina Valera) se menciona: «¿No es este el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él». Esta referencia indica que Jesús era conocido en su comunidad como un carpintero, lo que sugiere que tenía habilidades manuales y trabajaba con sus manos.
3. Jesús como un hombre sin atractivo físico especial
En Isaías 53:2 (Biblia Reina Valera) se profetiza sobre Jesús: «Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos». Esta profecía indica que Jesús no sería reconocido por su apariencia física, sino que sería despreciado y menospreciado por los hombres.
4. Jesús como una figura llena de amor y gracia
Aunque la Biblia no nos proporciona una descripción física detallada de Jesús, nos presenta a Jesús como una figura llena de amor, gracia y compasión hacia los demás. En Mateo 11:28-30 (Biblia Reina Valera), Jesús dice: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga». Estas palabras nos revelan el carácter y el corazón de Jesús, demostrando que más allá de su aspecto físico, su esencia radica en el amor y la misericordia.